No estás enfermo.
No le das valor a las cosas, a cada alieno a cada respiración, a cada latido de tu corazón.
Pero eso no quiere decir….. que estés muerto.
Tus latidos agradecen cada día que tu les estás dando vida, pero tu no lo haces de forma consciente, no agradeces a tu cuerpo el esfuerzo que hace diariamente.
Pero eso no estar muerto, eso es no ser consciente, no vivir despierto, no sentir que la vida es alegría de estar vivo, agradecimiento de que tienes un cuerpo saludable y que si no es saludable le puedes dar vida, le puedes dar salud, aunque solo sea a través de la atención.
Cuantas partes de tu cuerpo necesitan ser reconocidas, cuantas partes de cuerpo necesitan ser acariciadas y mimadas, pero tú no eres consciente, te duele y lo dejas, si te duele mucho vas a médico, tomas el medicamento de mala gana y te deprimes porque estás enfermo, porque tu cuerpo no te responde.
Tu cuerpo responde maravillosamente porque a través del dolor te está diciendo, te está clamando que le prestes atención, que lo tengas en cuenta de la misma forma que él te tiene en cuenta a ti… cobijando tu vida.
Dale importancia a tu cuerpo, simplemente préstale a tención, llevando el aire a esas zonas que tu consideras más débiles, o que no tienen porque ser débiles, que simplemente tienen que ser reconocidas.
No esperes que tu cuerpo te moleste para que lo reconozcas.
Inspira y al expirar lleva la atención una zona de tu cuerpo, comienza por donde quieras, y vete cambiando de lugar según te vaya pareciendo.
Tu cuerpo está vivo, pero necesita que tu sientas esa vida, que tu reconozcas que es útil, que su entrega hacia ti es diaria.
Sigue llevando la atención a diferentes partes de tu cuerpo, dile que lo amas, que agradeces profundamente todo el servicio que te ha prestado y que cuentas con que seguirá siendo tu fiel compañero, díselo desde el amor y el respeto más profundo, dale vida a tu cuerpo para que él te la de a ti.
Respira profundo y siente como entra el aire en tu cuerpo, como el pecho se expande y agradece ese ligero movimiento.
Y sigue así, reconociendo cada parte de tu cuerpo.
Siente que estás vivo gracias a él.
Siente que eres Amor gracias a que él te sostiene.
Siente que por tus venas corre vida gracias a tu cuerpo.
Vive, disfruta y sana tu cuerpo como solo tú sabes hacerlo.
Cuídalo como si fuese un bebé, algo tierno delicado, frágil.
No maltrates tu cuerpo.
Amalo.
Ama tu cuerpo.
Meditación canalizada desde los Registros Akáshicos por María del Mar Rodilla
https://mariadelmarrodilla.com/blog/
No hay límites.
Hermoso, simplemente hermoso!!! Gracias Maria, Bendiciones.
Graciasssss 😊