No necesitas ser vidente: 5 mitos sobre los Registros Akáshicos que te impiden conectar con tu alma
A menudo me encuentro con personas maravillosas, llenas de luz y ganas de sanar, que no se atreven a dar el paso de iniciarse en los Registros Akáshicos.
Cuando les pregunto por qué, la respuesta siempre es el miedo o una falsa creencia sobre sí mismos: "Es que yo no veo nada", "Yo no soy especial" o "Me da respeto ver cosas raras".
Hoy quiero desmontar esas barreras. Porque el derecho a acceder a tu propia alma es tuyo por nacimiento, y nadie debería hacerte creer que necesitas un "don" exclusivo para ejercerlo.
La Verdad: Falso. Conectar con tus Registros es tan natural como respirar. No es un superpoder reservado a unos pocos elegidos; es una capacidad innata de tu alma que quizás simplemente has olvidado cómo usar. En mi curso, no te enseño a tener un don, te enseño a recordar cómo escuchar.
La Verdad: Los Registros Akáshicos vibran en la frecuencia del Amor Incondicional. En esa frecuencia, la oscuridad no puede entrar. No somos médiums ni contactamos con el bajo astral. Trabajamos desde la Luz y la Sanación. Sentirás paz, calor y comprensión, nunca miedo.
La Verdad: La conexión es inmediata. La mente es la que lo complica, pero el alma es sencilla. Con la iniciación y la Oración Sagrada que te entrego en el Nivel 1, el acceso es directo. Mis alumnos salen canalizando desde el primer fin de semana.
La Verdad: No somos oráculos de feria. El futuro no está escrito en piedra, lo creas tú con tus decisiones. Los Registros te dan la información para que entiendas tu presente y puedas crear el mejor futuro posible. Es una herramienta de empoderamiento, no de predicción.
La Verdad: Los Registros son para personas reales con vidas reales. Tengo alumnos que son abogados, amas de casa, enfermeros o empresarios. No necesitas vivir en una cueva en el Himalaya; necesitas querer ser feliz y vivir con mayor consciencia en tu día a día.
No dejes que estos mitos te alejen de la herramienta más potente que tienes para ser feliz.
¿Te has quitado ya ese peso de encima?
Si sientes el llamado, no necesitas nada más. Tú ya estás lista/o. Yo pongo el método y la guía; tu alma pone el resto.
QUIERO INICIARME SIN MIEDOS